Y nos acabamos cuando a mi corten la lengua y a mi hermano los dedos…
Hacía mucho tiempo que no vivía un día de descanso en una vuelta por etapas, desde el Tour de 2007 si no me equivoco. Salí de casa el día 8 de Junio, hace 12 días, 12 días en los que me ha dado tiempo de empezar a conocer un país nuevo, una cultura a 10000Km de donde vivo yo, Hondarribia. La distancia y el tiempo transcurrido lejos del hogar, me dan una perspectiva y una óptica que no suelo poder tener cuando estoy en casa. Todo aquello que me ponga a analizar, a reflexionar, tiene otra perspectiva, y eso es riqueza, es más, es la mayor riqueza que tiene ser ciclista y recorrer el mundo a pedales.El estar lejos de los tuyos, hace que valores mucho más el tiempo que pasas con ellos y sobre todo que sea de calidad 100%, llevar a Maddí a la escuela en “nuestra” bici de la silleta verde en el manillar, cantando “Xalbadorren Eriotza”, Pintto-Pintto o Epoitaitai nunca tiene precio, pero hoy menos, pasear con Noemí, Ur y Lai mientras esperamos a Maddí sería el mejor plan para un día de descanso, una vuelta a Otxondo con la grupeta parando en Elizondo a tomar café, incluso cansado como estoy sería maravilloso, comer en casa de los aitas con todos l@s sobris, hermanas, cuñados… una barbacoa en casa con la cuadrilla… un baño en la playa de los frailles… Son reflexiones inevitables que surgen del simple hecho de salir del ritmo, desayuno, bici, comida, masaje, cena… de todos los días, reflexiones que me hacen espabilar y no dejar pasar el tiempo que pase en Colombia, que aproveche este momento único, para llenar esta mochila de viaje que me pusieron mis aitas hace 36 años y he ido llenando de emociones, vivencias, experiencias, de cultura, sobre todo gracias a ellos, que todavía hoy me miman y me protegen, sigo viviendo al 100% corriendo a por la vida, sin esperar a que venga, subiendo las escaleras de dos en dos, tragando los malos momentos sabiendo que es necesario para que lleguen mejores días, siendo consciente que de las situaciones negativas son la base para que las positivas sean solidas. Al abrigo de mi mujer, mi hija, mis atias, mis hermanas y amigos, intentando compartir con ellos todo esto que me pasa, sobre todo lo bueno.
Pincha aquí: http://www.youtube.com/watch?v=EkEK3yLDraY para poner un poco de ambiente Colombiano
Y hasta cuando? Gracias a Victor Hugo Peña he podido conocer mucho más la cultura Colombiana, no hemos tenido mucho tiempo para hablar… por la velocidad de esta panda de “marica, huevooonn, gonorreeeaa, iodeputaaaa, malpariooo… maaal chingaoooo” que nos llevan a toda leche todo el día, pero he aprendido de la realidad política Colombiana, sé que el mango se cosecha ahora, que los plátanos no tienen estación, que el banano es la planta y el fruto es el plátano… y tenido conocimiento de los “vallenatos” un género musical autóctono que normalmente se toca con un acordeón diatónico, una guachaba (creo que se dice/escribe así) y la caja, de ese género un grupo muy conocido son los “Hermanos Zuleta” y una canción muy famosa suya “mi hermano y yo” que es la que estás escuchando, habla de la vida, de los altibajos, de la importancia de la familia, de vivir cada momento como único… y la última frase dice: “Y nos acabamos cuando a mi corten la lengua y a mi hermano los dedos…”
Y tu, hasta cuando, Patxi? Hasta que a mi corten la lengua y a mi hermano los dedos… Supongo que seguiré viviendo así, porque esto es el ciclismo, inconformismo, mejora, conocimiento, fracaso, fracaso y fracaso, para conseguir tal vez, una victoria en meta, levantando los brazos, aunque la verdadera victoria es la de levantarte después de cada fracaso y empezar de nuevo con la misma ilusión que en todas las anteriores.
Ondo izan
Patxi
Lleva de colombia siempre lo bueno q asi no se crea es mucho...y si no vuelve a dar un vistazo a nuestra larga y exelente lista de "escarabajos". Made in colombia....
ResponderEliminar